Reseña: Rasguños en la puerta - Melisa S. Ramonda

Sinopsis:

Después de un accidente en el que pierde a su marido y a su bebé por nacer, la joven periodista Johanna Miller se retira a un sitio apartado en los Apalaches, buscando la paz que le falta a su mente. Una noche fría en su solitario aislamiento, Johanna oye unos extraños rasguños en la puerta de su casa. Es un pequeño niño-lobo, sucio y helado de frío, quien con sus lágrimas la convence de ir al bosque, a buscar a su padre malherido y su hermanita bebé.
Aún en su estupefacción, ella toma una importantísima decisión: ayudar.
Nikolai, una vez el hijo de un famoso millonario ruso, tiene pocas alternativas. En lugar de terminar con su vida y la de su familia, Johanna decidió darles asilo y comida. Pero, ¿Puede confiar en ella? Sus hijos necesitan refugio, cuidados. Él necesita un lugar dónde esconderse y curar sus heridas. Es un hombre-lobo, y toda su casta, aunque es pequeña y muy joven, se encuentra en riesgo.

Sus enemigos no son ordinarios. Tampoco se detendrán hasta destruir todo lo relacionado con él.

Una historia donde los lazos del compromiso, la amistad y la familia se mezclan en un mundo nuevo, oculto a los ojos de la gente ordinaria. El mundo al que Johanna Miller ha tenido el honor de entrar.

Yo habré leído infinidades de historias sobre lobos, hombres-lobos, lincántropos y todos sus derivados. Creo que ya se habrán dado cuenta de mi casi sana obsesión por los lobos y todo lo que tenga que ver con ellos. Supongo que mi desesperación por encontrar una historia de lobos que realmente me gustara hizo que yo bajara los brazos; porque no había forma. La única historia que a mí me había llegado realmente fue La trilogía de los lobos de Marcy Falls (y ojo, yo odio los dulces extras y novelas empalagosas, pero Maggie me cautivó muy extrañamente) así que cuando empecé a leer esta novela no me ilusioné mucho para no desilusionarme después.

Bah, qué estúpida fui. Claro que no me desilusioné, porque ¡me encantó!

Vamos de a poco. Primero quiero mencionar que esto NO ES NADA DE LO QUE SE LEE SIEMPRE. Por dios, sueno como si lo dijera todo el tiempo, pero esta vez es mucho más serio de lo que yo pensaba, porque NADIE va a encontrar algo IGUAL A ESTO. Es un giro gigantesco a lo que podría haber leído en la vida. Acá nos encontramos con una especie de lobos totalmente original, diferente y sumamente intrigante que hizo que me cautivara/sorprendiera/obsesionara a una sobremanera que me asombró.

¡VAMOS, ESTA VEZ LOS LOBOS SON DOS VECES MÁS GRANDES DE LO NORMAL Y CAMINAN EN DOS PATAS! ¡Esto es aún más emocionante de lo que piensan!

"Yo creo que todos nosotros somos personas, antes que bestias". 

Sueno como si estuviera descarrilada pero no, chicos, no se preocupen, estoy bien. 

Rasguños en la puerta es una historia que toca muchos temas importantes que nos hace tomar consciencia a pesar de todo. Como la lealtad, la comprensión, la confianza con uno mismo y con los que te rodean. Esto es tan humano, y al mismo tiempo tan lobezno. Porque los lobos hacen estas mismas cosas, con sus manadas, sus familias. Nos demuestra que nosotros tenemos muchísimas cosas en común con los lobos, y no, no hace falta que lo pensemos dos veces, porque es así.

En esta historia hay tanta acción, amor, tensión, misterio, intriga, pum pam pum y una lluvia de acontecimientos que me dejaron con la boca abierta. Se me aceleraba el corazón cada vez que sentía lo que los personajes sentían al mismo tiempo y estas páginas me robaron miles de sonrisas pícaras y sorprendidas. Todo, a pesar de lo que ustedes deben de creer, es tan realista al mismo tiempo. Empaticé mucho con Johanna, la narradora de este libro. Es tan inteligente y astuta para todo (aunque como siempre, metió bastantes veces la pata en donde no debía) y también me llegaron varios personajes más; como Mirko, Sasha, Nikolai, Rex, y muchos otros más. Cada vez que leía pensaba: "qué genialidad de libro". Y encima la autora es Argentina, un orgullo total. Leí en varias reseñas que apuntaban esto de que la autora mezclaba palabras argentinas en la narración, aunque a mí me resultó de lo más cómodo: como si estuviera en casa tomando unos mates con Melisa. Eso depende de cada uno.

“Pelear” es algo que llevamos en la sangre, viene del alma. Por orgullo, por honor, por amor. No hubiésemos nacido con esta forma si no tuviera algún propósito".

El romance llega taaaaaaaaaaanto tiempo después que hasta hizo que me comiera las uñas de los dedos. Pero me resultó perfecto, porque a mí me encanta cuando esto es así, cuando el romance no está todo el tiempo presente, interponiéndose entre la acción y la intriga que provoca una historia. 

Creo que hubieron unas páginas picantes que me dejaron pasmada y un poquito rezongando (lo sé, soy muy estricta) porque quería acción y más acción como había sido la mayoría del tiempo. Me había acostumbrado a tener el pulso corriendo rápidamente y me había olvidado lo que era dejar de sentir eso. Es la única desventaja que encontré.

Rasguños en la puerta es una historia profunda que nos demuestra la importancia de la lealtad, la humildad y la humanidad que se tiene dentro de cada uno después de todo. ¡No importa si sos peludo, gigantesco, caminas en dos patas y tienes un hocico en lugar de una nariz! Porque esta historia te va a transportar a un mundo sorprendente que te va a dejar con la boca abierta y con ganas de más.

"El instinto nunca se rinde, nunca olvida, nunca perdona y nunca muere".